Blogia
tierraragonesa

El debate antitaurino

El debate antitaurino

Hace más de 19 años que el Gobierno de Canarias impulsó una de las primeras leyes de protección animal. El preámbulo de la ley canaria dice: Es especialmente indeseable la posibilidad de hacer negocio lucrativo de espectáculos basados fundamentalmente en el maltrato, sufrimiento y muerte de animales. Está ley en un principio tenía como objetivo la prohibición de peleas de gallos, perros y otros animales, una costumbre que en aquel entonces -1991- estaba bastante arraigada en las Islas Canarias. Sin embargo la ley supuso un hecho histórico, Canarias se convertía en el primer territorio del Estado Español que prohibía los toros. Ahora, casi 20 años después nos encontramos con una iniciativa ciudadana de una plataforma cívica que ha presentado ante el Parlamento catalán una ILP (Iniciativa Legislativa Popular) que pretende  conseguir la abolición de los toros en todo el territorio catalán.

El debate antitaurino vuelve a tomar fuerza, como lo viene haciendo en los últimos años, en los que las manifestaciones antitaurinas o pro-animalistas en defensa de los derechos de los animales se multiplican por toda la Península. Cada día se hace más difícil de justificar, el maltrato o el sufrimiento animal, basado en costumbres y tradiciones ancestrales. Es evidente que nuestros coetáneos han tomado conciencia de la aberración que supone tirar una cabra desde un campanario, lanzar dardos a un toro, o degollar a un pato. En el caso de la tauromaquia y de los festejos taurinos se da también la circunstancia de que en ocasiones tiene connotaciones políticas o ideológicas, que suponen una contradicción.

Para el nacionalismo español, las corridas de toros, son la “fiesta nacional” y por el simple hecho de ser un símbolo de lo español tienen justificación. Sin embargo resulta llamativo que ese mismo argumento es utilizado por el nacionalismo periférico para justificar otro tipo de festejos taurinos. En Cataluña, ERC a la vez que se opone a las corridas de toros, defiende los corre-bous una tradición  catalana  arraigada en las terres del Ebre. Los derechos de los animales no entienden de identidades.

Balandrán

9 comentarios

jorgeeee -

no es más que un obsceno negocio que trafica con la tortura y la crueldad. Por mucho que algunos quieran disfrazarlo, las corridas de toros constituyen un crimen, un asesinato a sueldo donde se martiriza a seres vivos por diversión a la vez que se ensanchecen los bolsillos de los empresarios taurinos.

Balandran -

Muchas gracias a todos por vuestros interesantes comentarios que crean opinión y ayudan a la reflexión.

FERDINANDO -

En Cataluña ya se sabe, la ley del embudo: Lo ancho para mi, lo estrecho para el mundo...

Balandran -

Una de las cuestiones que Tierra Aragonesa ha dejado claro desde el principio ha sido la defensa de los derechos de los animales, esto se refleja en el primer programa electoral que TA presento al Senado en el 2008.

La realidad es que se avanza hacia la penalización de los comportamientos violentos y de maltrato contra los animales, buen ejemplo de ello es la condena que hace poco tiempo que se le impuso al dueño de un perro que decía que "desahogaba sus nervios y ansiedad" pegando a su perro. Dos años de carcel fue la pena impuesta.

De todas formas queda camino por recorrer

Saludos

Balandrán

Richar -

Ola,
Me parece un tema interesante para un partido soberanista socialdemocrata.
Considero varias cuestiones.
Además del maltrato, ya comentado, hay que añadir la identificación españolista con este evento, así como su relevancia clasista.
Por ello, un partido que se diga progresista no debería apoyarlo mediaticamente ni economicante. Aunque posiblemente muchos de los que se denominan progresistas en Aragon son extraordinariamente conservadores.
Por supuesto, un partido soberanista socialdemocrata tendría que estar absolutamente en contra.
A plantar fuerte.

el ros -

Justificar la tradicion como si fuera algo artistico para al matar animales hacer un espectaculo en el que se cobran entradas, puede ser civilizado (Roma lo era), pero solo sirve para que una sociedad se embrutezca y adquiera valores violentos. Necesitamos vivir en un mundo donde "ser mas humanos" signifique sacar lo mejor de nosotros y no disfrutar con la violencia. Sino la humanidad no avanzara nunca.

Chorche Aragones y Prou -

Tienes razón Víctor, también podíamos recuperar las viejas ordalías, los juicios de dios, por ejemplo: le echamos a alguien aceite hirviendo si no se quema dios esta con él si le salen quemaduras de tercer grado es un servidor del diablo, también lo podíamos echar a un rió caudaloso, si flota dios lo protege si se hunde y ahoga era un seguidor del mal.
De todos modos un buen baremo para medir la sensibilidad, educación y cultura de los pueblos es ver el trato que estos otorgan a los animales: pollos, gallos y gallinas que se les arranca la cabeza vivos, cabras y otro tipo de animales despeñados desde el campanario, toros ensogados, embolados, de fuego, lanceados, dardeados, fiesta española nacional, galgos cruelmente ahorcados. Decía Hobbes que el hombre es un lobo para el hombre y seguramente tenia razón, lo que no dijo es que el hombre también es el “alien” de este planeta...solo sabemos sembrar destrucción, dolor y muerte allí por donde pasamos. Asco de seres humanos en general y de españoles en particular.

Víctor -

Que la identidad nacional se refleje en la tortura de un animal, no es propio ni del siglo XIX.
Con el mismo argumento de tradición y patria, podríamos restaurar en Aragón tradiciones tan ancestrales y edificantes como encerrar en la catedral de Jaca a los sospechosos de brujería.

Fernando -

Precisamente ayer escribía yo del tema (con otra perspectiva, pero también del tema) en
http://bambino.blogia.com/2010/011201-arte-empatia-enfermedad-mental-y-toros-claro-..php