Aragón paga y los aragoneses callan.

La estructura del Estado no es sólida y no lo puede ser, basada en la aculturización que comienza en el siglo XIX, unas diferencias sociales y económicas del norte al sur que a pesar de los fondos que se han ido sustrayendo de la antigua Corona de Aragón, y en la actualidad de los fondos de cohesión europeos, la convergencia está igual que al principio, se ha pretendido construir las paredes sobre la cimentación de los reinos históricos teniendo la supremacía Castilla, y pintando la casa, tirando algún tabique, o cambiando el suelo, la estructura sigue siendo débil y esta más cerca de la ruina. Los problemas económicos que se arrastran 300 años atrás, son hoy en día más notables si cabe, si en vez de tener un Banco de España a través del cual fluye el crédito y el control financiero en general, en Aragón hubiese un Banco central o nacional propio, y una hacienda foral para controlar desde Aragón el capital generado y el crédito, la situación sería distinta en esta crisis galopante. Analicemos la actual situación financiera, España tiene un déficit (en este caso el déficit no es la falta de algo, es la necesidad de capital para cubrir los gastos) del 11,8%, que principalmente viene por las deuda del propio Estado y de la deuda bruta de Cataluña, Madrid y Valencia que entre las tres hacen el 55% del total autonómico, y de los ayuntamientos donde Madrid tiene, solo ella, el 23,5% del total de la deuda con más de 6.000 millones de euros, le sigue Valencia con 835 millones de euros, teniendo muy presente que España no es un todo, actualmente son un grupo de Comunidades Autónomas cada una con sus respectivos ayuntamientos, que con peor o mejor criterio han producido la situación actual, hablar de España hoy es hablar de todo ello, hay que ver cuales están provocando esta situación de crisis y de debilidad y de credibilidad financiera, si unas gastan más de lo que pueden (ancha es Castilla) y otras cumplen y equilibran sus ingresos y gastos, estamos viendo que el sistema autonómico constitucional de todos en un mismo “saco”, perjudica a Aragón que con un déficit del 5% (desde el año 1995 ha oscilado entre el 3,3 y el 5,7) esta muy por debajo del 11,8% del Estado. Ahora el gobierno estatal impone las medidas iguales para todos, van a ser los funcionarios aragoneses y los jubilados aragoneses, y todos aquellos aragoneses a los que afecte cualquiera de las medidas impuestas, los que paguen esta situación, a pesar de vivir a día de hoy en una Comunidad Autónoma que hace bien sus cuentas y que además aporta al Estado el superavit año tras año, decenio tras decenio, unos 3.000 millones de euros (dinero de hoy), que bien vendrían ser gestionados por y para Aragón. ¿Sacará Aragón algún beneficio futuro? No, no lo ha hecho nunca desde que forma parte de la aculturización castellano-española. La sociedad aragonesa quiere esto y esto es lo que tiene, al menos de momento, ya veremos si algún día despierta de su letargo y le duele su historia y su bolsillo.

Anales de Aragón.