El Anacoluto criptograma de la financiación autonómica (II)

Visto todo lo anterior me pregunto ¿Qué principios de solidaridad y equilibrio territorial son estos? Los dineros se han distribuido con criterios estrictamente clientelares, territoriales y partidistas, se han pasado por el arco de triunfo el estatutico una vez más, y Marcelino tan contento, Biel no sabe y habla bajito, no sea que se le oiga.....estos son los incrementos significativos de recursos para Aragón desde el gobierno central y según el servil Virrey que tenemos, que aun se permite el lujo de decirnos   que Aragón sigue manteniendo el peso de financiación estatal en el seno de las comunidades autónomas,  ¿Qué peso? ¿El de siempre desde hace trescientos años? Ya no sé que más cosas nos pueden pasar ni que más nos pueden hacer. El colmo de los colmos es cuando nos dicen que todas las comunidades incluida la Aragonesa están por encima de la media,  cualquier persona versada un poco en matemáticas sabe que eso es imposible no puede ser que todos, absolutamente todos, sobrepasen a la media, alguien tiene que quedar por debajo, otra mentira más del gobierno español y su sucursal aragonesa. Deberían decirnos la verdad y contarnos que Aragón ha sido la comunidad autónoma peor tratada con el nuevo sistema de financiación, somos el furgón de cola de las autonomías españolas, no importa que seamos el 10% del territorio estatal o que tengamos el 3% de la población y con unas características muy determinadas de dispersión, desvertebración y envejecimiento.

Para finalizar y como al gobierno central le ha salido tan redonda esta estafa al pueblo aragonés, con la misma metodología y por el mismo precio, saldan la deuda tributaria  que tenia el gobierno español con Aragón, por el montante de unos 650 millones de euros regalándonos edificios por valor de 500 millones en Ranillas, zona Expo, como a los indios, nos pagan en especie, es como si nos pagaran con cuentecillas, abalorios y espejitos, el Sr. Consejero Larraz  muy contento, Marcelino el sumiso también, pero veamos ¿de verdad valen actualmente esos edificios 500 millones de euros? ¿O tal vez con el estallido de la burbuja inmobiliaria valen muchísimo menos? En economía hay una regla muy básica y evidente si usted tiene un bien de mucho valor, por ejemplo unas gafas que valgan cuatro millones de euros, pero no tiene quien se las compre, si ese bien que usted posee no tiene mercado, ni comprador, ni demanda, el valor de ese bien es nada, usted no tiene absolutamente nada y me pregunto ¿Para que queremos más edificios públicos en Zaragoza?  esos dineros nos vendrían muy bien para infraestructuras en TODO ARAGÓN, infraestructuras y no para equipamientos que de eso en Zaragoza aunque de una forma muy desigual hay más que suficientes y sobre todo hay espacios y edificios en los que poder crear equipamientos, además ¿saben ustedes lo costoso que es un equipamiento aparte de ser un gasto adicional que ya se asume para siempre? ¿ Para que queremos más edificios del gobierno de Aragón en Zaragoza si lo que necesitamos son infraestructuras de todo tipo en Huesca y Teruel?

Todo este asunto me recuerdo a la figura literaria del Anacoluto, ya saben, una acepción proveniente del latín anacoluthon y esta a su vez del griego “ανακόλουθον /anakólouthon “ (cuyo significado viene a ser más o menos ‘que no sigue, inconsecuente’) Anacoluto tiene incidentalmente el significado de la frase latina non sequitur en lógica, es decir una expresión inconsecuente, falta de concordancia, que se aparta del logos en cuanto sentido de un discurso.

En la retórica clásica anacoluthon se utilizaba como un "pero" para señalar un posible error de lógica discursiva, un non sequitur (no -con-secuente) con un posible error lógico implicado, mientras que en la sintáctica señala una mala praxis en la construcción de una frase. Estas citas sacadas de un diccionario de literatura, no olvidemos que también es un recurso literario, que utilizan alguna vez los escritores, define mejor que nada lo que para mi es esta nueva financiación autonómica, un total y absoluto dislate y agravio, un anacoluto.

“Memento Mori”